Desde mediados de la década pasada del 80, un grupo de docentes del Departamento de Matemática de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan viene utilizando ese nombre para identificar un proyecto educativo de investigación-acción que persigue el mejoramiento de los aprendizajes de Matemáticas en carreras de Ingeniería.
El punto de partida para la constitución del grupo fue el acuerdo unánime en estos tres principios:
* La investigación educativa es connatural a la tarea docente, convertida ésta en objeto de la investigación.
* Investigar sobre la didáctica especial de cualquier disciplina, en una situación concreta, es parte importante del trabajo que realizan los docentes de la misma, comprometidos con esa situación particular.
* En este tipo de actividad, no hay separación entre investigación y docencia, no hay un tiempo para enseñar o aprender y otro para investigar, no hay una función principal docente, con extensión a la investigación, o al revés; afirmamos que el proceso educativo es uno y consiste justamente en esto: enseñar o aprender a investigar y, para ello, investigar cómo se aprende o enseña.
En cuanto a la relación entre Matemática e Ingeniería, en grupo aceptó de entrada estos tres postulados:
* La educación matemática es fundamental para la formación de los Ingenieros, no como fin en sí misma, sino como herramienta para realizar con éxito su carrera y para su posterior ejercicio profesional.
* Los Ingenieros son los artífices principales de la planificación curricular de las Ingenierías, incluso en el área Matemática; los docentes de esta disciplina prestan un servicio a la Facultad, tanto más útil cuanto mejor relacionen en su trabajo áulico la Matemática y la Ingeniería.
* Los alumnos son los protagonistas del proceso educativo, también en Matemática, y constituyen por ende el principal punto de mira para diagramar la actividad en el aula y evaluar la labor docente, con el fin de mejorar una y otra.
Desde el principio, los integrantes del grupo fueron modificando poco a poco sus conductas y los esquemas convencionales, entraron a dudar de muchas cosas e iniciaron un camino de búsqueda, formulándose estas preguntas elementales:
* ¿Para qué aprender Matemática en una carrera de Ingeniería?.
* ¿Qué Matemática es necesario aprender para un excelente ejercicio profesional de la Ingeniería?.
* ¿Cómo y cuándo lograr los mejores aprendizajes de Matemáticas, durante el desarrollo de una carrera de Ingeniería?.
Con el fin de buscar respuestas válidas a las preguntas anteriores y a otras parecidas, se diseñó el Proyecto EMCI, de Investigación-Acción, con estas tres direcciones o en torno a los tres ejes siguientes:
* Dimensión epistemológica, para profundizar la teoría del conocimiento y su génesis, la filosofía y la historia de la ciencia, la interdisciplinariedad y la relación de la Matemática con las otras Ciencias, fundamentalmente con las de Ingeniería.
* Dimensión tecnológica, para describir con precisión el papel que desempeña la educación matemática en la formación de los Ingenieros y en el ejercicio de su profesión; para desarrollar la teoría de los modelos matemáticos de la realidad; para transferir al proceso de aprendizaje de la Matemática los avances de la Informática, de las Ciencias de la Educación y, en general, de la Tecnología Educativa.
* Dimensión metodológica, que apunta hacia la figura del Aula-Taller, privilegiando en la educación matemática la creatividad, el trabajo grupal y la interdisciplinariedad.
Se hace camino al andar. Tal como fue diagramado, el Proyecto EMCI es de largo alcance e ilimitado en el tiempo, si bien se desarrolla en etapas sucesivas, para lograr cada vez mejores aproximaciones a la meta deseada, que consiste en una formación de excelencia de los Ingenieros.
Las ideas anteriores se pueden transferir a otros proyectos análogos de educación matemática para profesionales y, en general al de Educación Matemática para No Matemáticos.
La sigla E.M.C.I se utiliza también para referirse a los Encuentros de Matemáticos en Carreras de Ingeniería; desde el primero de ellos, año 1986, en San Juan, hasta la fecha se han realizado 21, todos ellos en línea con el Proyecto EMCI de Investigación-Acción. Los dos últimos se han realizado en Santiago del Estero (2017) y Villa María (2018). Y siguen los EMCI.
San Juan, 14 de noviembre de 2018.
Veremundo Julio Fernández Arguiñano